La tarta de ricota es un clásico de la repostería que se ha ganado un lugar privilegiado en los paladares en todo el mundo. Originaria de Italia, esta receta ha encontrado su lugar en cada cocina adaptándose a todos los gustos. Su suave textura y delicioso sabor hacen que sea una opción excelente para cualquier momento del día, ya sea como postre o para disfrutar en una reunión familiar.
La receta es mucho más que un simple postre, es un tesoro culinario lleno de historia. A lo largo de los años, cada familia ha pasado esta preparación de generación en generación añadiendo su toque especial. Con ingredientes simples, como la vainilla, el limón y la ricota, se ha convertido en un símbolo de tradición.
Para aquellos que buscan un postre delicioso, la tarta de ricota es la respuesta, ya que tiene un proceso de elaboración sencillo y sin complicaciones. La receta garantiza un resultado exitoso. Con esta preparación simple y deliciosa, podrás disfrutar de todo el encanto de esta delicia dulce en la comodidad de tu hogar
Ingredientes:
- 500 g de ricota fresca.
- 200 g de azúcar.
- 100 g de harina 0000.
- 3 huevos.
- Ralladura de 1 limón.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- Una pizca de sal.
- Azúcar impalpable para espolvorear.
Instrucciones:
Precalienta el horno a 175 °C y engrasa un molde para tarta. En un bowl grande, combina la ricota con el azúcar y la ralladura de limón. Agrega los huevos uno a uno, asegurándote de incorporar bien después de cada adición.
Por otro lado, integra la harina tamizada y la sal mezclando hasta obtener una masa homogénea. Estírala en el molde y vuelca el resultado en el molde preparado, alisa la superficie con una espátula. Hornea durante 45 minutos. Deja enfriar 10 minutos antes de desmoldar. Espolvorea con azúcar impalpable antes de servir.