Así como los seres vivos y los animales, las plantas también merecen un cuidado meticuloso a fin de evitar daños que pueden desencadenar el deterioro irreversible de sus funciones vitales. En este sentido, estar preparados es una de las tantas claves para que el ciclo de vida marche de la mejor manera posible. Por ejemplo, cuidar las especies que están expuestas al calor intenso o al frío invernal que cae sobre el jardín, es una acción bondadosa y afable.
Para matizar este punto, los eventos de mucho frío, por ejemplo, pueden generar en nuestras plantas un paseo hacia su deterioro. Aparecen manchas en el follaje, indicios de quemaduras, tardan en crecer y en casos extremos, puede ser fatal. Al igual que las bajas temperaturas, lo mismo sucede con el calor intenso: daños en el desarrollo, caducidad, evaporación, debilidad e incluso poca densidad en su follaje. Todo esto se traduce en daños que muchas veces pueden ser inalterables.
Para esta cuestión, vamos a tomar el caso de lo que hace el frío en nuestras plantas y la fórmula de mantenerlas aisladas y protegidas. Merece la pena subrayar que un rango ideal de temperatura para la mayoría de especies es de 20° a 30°C, siempre considerando que son diferentes y que esto puede variar.
Para enfatizar en este aspecto, mencionaremos algunos materiales aislantes que intervienen como agentes protectores de las heladas: hojas, ramas, mantas, telas o lonas, para tapizar las especies y atrapar el calor del suelo.
Añadimos el consejo de 20 metros Huerto Urbano, que sugiere emplear una capa adicional. Según explica la página de mdzol. com, que toma como referencia uno de los videos del canal de contenidos en jardinería, "aplicar una capa de mantillo orgánico alrededor de la base de las plantas ayuda a retener el calor del suelo y protege las raíces del frío extremo. El mantillo también ayuda a mantener la humedad en el suelo, lo que es beneficioso durante los períodos de sequía y frío".
Para terminar, amplió señalando que los semilleros se pueden cuidar del frío simplemente colocándolos dentro de algún recipiente que pueda sellarse, incluso puede ser una botella de plástico.