Vicente Fernández logró consolidarse como uno de los artistas más importantes de la escena latina. Fue cantante, actor, presentador, productor y empresario. Una victoria profesional que disfrutó al lado del éxito personal de la mano de su apoyo incondicional, su compañera de aventuras, su amor eterno, y la madre de sus hijos, Cuquita, a quien intentó sacar de su vida en reiteradas oportunidades, pero, los sentimientos fueron más fuertes.
El ganador de ocho premios Grammy Latinos no solo consiguió ganarse el cariño y respeto de sus fanáticos, también tuvo el respeto, admiración y amor de María del Refugio Abarca durante más de seis décadas, aún cuando en la juventud él le pidió que continuara su vida sin su compañía, ya que su carrera en aquel momento era su única prioridad.
La historia de amor entre Vicente Fernández y Cuquita
El anhelo más grande que tuvo Vicente Fernández desde los 14 años fue ser un artista reconocido en todo el mundo, no obstante, desde que conoció a Cuquita, sus prioridades comenzaron a cambiar. Las giras por todo México y las grabaciones de sus discos le demandaban mucho tiempo, por lo que cada vez era mayor la distancia que existía entre la pareja. Esto lo obligó a tomar una decisión.
“Mejor búscate un novio porque yo no voy a poder estar aquí y allá y te voy a quitar tu tiempo", expresó el músico a Cuquita hace más de seis décadas al comprobar que los tiempos de ambos no eran compatibles, a pesar de que el amor era innegable. Ante este pedido, que causó un gran vacío en María del Refugio Abarca, sin más, continuó con su vida.
Pero todo volvió a cambiar tiempo después. En uno de sus viajes, Vicente Fernández fue a visitar a la mujer que todavía seguía quitándole el sueño; allí, comprobó que, tal y como él se lo había pedido, había continuado con su vida al lado de otro hombre. Al ver esta desafortunada escena, pronunció, tal vez, la frase más importante de su vida y que marcó la historia de su amor: "Te doy 10 minutos para que lo dejes porque tú y yo nos casamos el 27 de diciembre".
El 27 de diciembre de 1963, el mexicano cumplió con su palabra y selló su historia de amor con la mujer que conquistó su corazón desde el primer momento en que cruzaron miradas. El feliz matrimonio completó su felicidad con la llegada de sus hijos: Vicente Jr., Gerardo, Alejandro y Alejandra, la hija de una hermana de Refugio a quien adoptaron.