La meditación es uno de los buenos hábitos que debes adaptar en tu día y que únicamente puede tomarte 10 minutos, no hace falta que le dediques largas horas ni nada por el estilo, siendo esto un plus adicional que le atraerá grandes beneficios a tu salud.
Por tal motivo, uno de los momentos ideales para hacerlo es justamente en la ducha si tomamos en cuenta el tiempo, ya que es un lugar en el que naturalmente vas a relajarte y es ahí cuando tu mente y cuerpo pueden estar alineados.
Esto es esencial para llevar una vida saludable y, si no sabes cómo hacerlo, te vamos a dar una breve guía con la que podrás alcanzar la calma total y olvidarte del estrés, sin importar todo el trasfondo que te pueda agobiar.
Respiraciones profundas y largas
Si finalmente decidiste sumarte a este buen hábito de salud, entonces ve preparándote justo antes de la ducha y, mientras te desvistes, puedes comenzar con respiraciones profundas y largas. Para ello, debes concentrarte y respirar adecuadamente, lo que será esencial para reducir la velocidad de tu mente y, así, calmar tus pensamientos.
Entra a la ducha
Ya aquí es momento para que el agua haga su trabajo. Una vez que estés bajo la ducha, debes enfocar toda tu mente justamente en ese instante en el que estás en contacto con el agua y nada más. Deja el resto de tus pensamientos a un lado y que el aroma al jabón te acompañe.
Aprende a valorar cómo el agua cae por tu cuerpo y sigue respirando de forma profunda, esto te ayudará a encontrar una meditación más duradera y 100 % saludable.
Concéntrate en las sensaciones
“El Mundo” recomienda que, una vez que estés en ese punto, poses tu enfoque en las sensaciones que vas a sentir en ese momento. Procede a enjabonarte con lentitud y disfruta de ese proceso. Sumérgete en las fragancias del shampoo e intenta descifrar cuáles son sus ingredientes. ¿Lavanda o frutas? Debes descifrarlo por ti mismo.
Cuidado personal
Para seguir con este hábito de meditación, debes poner fin a la ducha pasados los 10 minutos. En ese momento, vas empezar a secarte despacio, poniendo atención a la manera en cómo tu cuerpo quedó tras esta sesión en la ducha.
Luego, dale atención a tu cuerpo y empieza a hidratarlo con las cremas de tu preferencia; una vez más, sumérgete en sus aromas. Trata de no traer de regreso esos malos pensamientos, al menos no todavía.
Punto y final
Finalizado todo este proceso que, como verás, te llevará unos minutos solamente, será momento de poner punto y final y, por supuesto, esto significa regresar a tus pensamientos cotidianos. Sin embargo, aquí la clave es concentrarse desde otra perspectiva, pues ahora debes darle la vuelta y buscar cosas buenas en tu mente y soluciones a tus problemas.
Recuerda que la meditación es un buen hábito que puede mejorar tu calidad de vida y, por tal motivo, es perfecto para que encuentres lo que tanto buscabas en tu mente ya que, en ocasiones, tú mismo tienes la clave para salir de los momentos más oscuros y difíciles en tu vida.