Pese a que llevan dos décadas fuera de circulación, las pesetas españolas brillan como estrellas fugaces en el universo del coleccionismo de objetos para la numismática y algunas piezas pueden alcanzar precios exorbitantes en subastas. Entre ellas, la moneda de 100 pesetas de 1871, acuñada en honor a Amadeo I de Saboya, se alza como la reina indiscutible, con un valor que ha superado los 160.000 euros.
Como unidad monetaria, la peseta se convirtió en la moneda de curso legal de España en 1868 y estuvo en vigencia hasta 2002, cuando se introdujo el Euro, que sigue en circulación hasta el día de hoy.
Para los coleccionistas de la numismática, la moneda de 100 pesetas de 1871 es toda una rareza codiciada debido a que solo se conocen 12 ejemplares en existencia, los cuales fueron obsequiados a distinguidas personalidades de la época, convirtiéndola en un objeto de deseo y en una verdadera leyenda.
El "duro", un gigante de la numismática española
No menos impresionante es el "duro", una moneda de plata acuñada en diferentes épocas, que puede llegar a alcanzar hasta 45.000 euros. Las piezas de 1871, 1881 y 1882, con su belleza y aura de misterio, han cautivado la imaginación de los coleccionistas. La de 1869, la más antigua y rara, es la más preciada de todas.
La peseta de 5 pesetas de 1949, una joya de la corona
Las monedas de 5 pesetas de 1949, especialmente las que ostentan las estrellas 51 y 52, son las más buscadas dentro de la numismática. Su precio oscila entre los 6.000 y los 36.000 euros, una cifra que se explica por la escasez de estas piezas y el aumento del precio del níquel durante la Guerra de Corea.
Las pesetas de Franco también son muy buscadas
Las monedas de pesetas con la imagen del dictador Francisco Franco, que circularon durante más de 36 años, también han encontrado su lugar en el corazón de los coleccionistas. Aunque la mayoría tienen un valor nominal, algunas excepciones, como la "peseta Benlliure" de 1948 y el duro de 1949, pueden llegar a valer miles de euros.