María de los Ángeles de las Heras Ortíz, mejor conocida como Rocío Dúrcal, falleció en 2006 a los 61 años tras sufrir una grave enfermedad que no logró vencer. Sin embargo, en el tiempo que duró su larga carrera consiguió marcar la vida de muchas personalidades del medio artístico, tanto de España como de México, el país azteca de sus amores. Una de esas personas es Luis Sanz, su descubridor.
Para muchos, la “Reina de las Rancheras” no era más que una niña prodigio de la época que no lograría sobreponerse a la fama que conoció desde muy pequeña para ser una figura importante del mundo artístico manteniendo el reconocimiento que consiguió durante su infancia, adolescencia y adultez. Rocío Dúrcal, a casi dos décadas de su fallecimiento, sigue siendo parte de la industria musical, pues su recuerdo sigue vivo en el imaginario social.
Luis Sanz, el hombre que descubrió a Rocío Dúrcal y que recibió su compensación con creces
Cuando toda España creía que solo Rocío Jurado, Lola Flores e Isabel Pantoja serían las mujeres más importantes de la música nacional que conseguirían triunfar fuera del país, Luis Sanz apostó por María de los Ángeles de las Heras Ortíz, aquella jovencita que en 1962 comenzó su camino a la fama, la que la llevaría a transformarse en la gran Rocío Dúrcal, la “Española más Mexicana” y la “Diva de Divas”.
Luis Sanz fue el encargado de estar detrás de las producciones de las doce primeras películas de Rocío Dúrcal, entre ellas se destacan “Más bonita que ninguna”, “Marianela” o “Las Leandras”. El descubridor de la cantante nunca imaginó que aquella niña prodigiosa sería quien lo transforme en uno de los productores, directores y guionistas más importantes de España y del mundo entero.
La deuda de Rocío Dúrcal con Luis Sanz por ser su descubridor y lanzarla a la cima de la fama fue pagada con creces, ya que fue la “Española más Mexicana” la que convirtió el nombre del productor en popular, pues en los años de gloria de la carrera del director de la película “Yo soy esa” de Isabel Pantoja, logró representar a dos de las españolas más queridas: Carmen Sevilla y Lola Flores.