Desde la antigüedad, las plantas de lavanda han sido empleadas para aliviar dolencias, armonizar ambientes y atraer prosperidad y la buena fortuna. Con su fama intacta, sus flores se están volviendo indispensables en los hogares que buscan paz y bienestar, por lo que si necesitas consejos para cuidar y cultivarla, tenemos la solución.
Lejos de ser solo una planta con una bella flor ornamental, la lavanda posee un poder curativo invaluable. Sus propiedades la transforman en una aliada ideal para combatir el estrés, la ansiedad y el insomnio. Con una infusión de lavanda antes de dormir, podrás conciliar un sueño profundo y reparador.
Su nombre científico, Lavandula, proviene del verbo latino "lavare", que significa lavar. Y no es casualidad, ya que desde tiempos remotos se ha utilizado para limpiar y purificar, tanto en el ámbito físico como en el emocional.
Por eso, los beneficios de la lavanda son muchos más, porque es considerada es un analgésico natural que alivia dolores musculares y menstruales. Además, sus propiedades antiinflamatorias la hacen útil para tratar quemaduras, picaduras de insectos y afecciones cutáneas.
Consejos de para cultivar lavanda y atraer prosperidad y alejar malas energías
La lavanda no solo cuida tu salud física y mental, sino que también protege tu hogar de las malas energías. Según el Feng Shui, esta planta ancestral actúa como un filtro energético, ya que absorbe las vibraciones negativas y potencia las positivas.
Para ello, el consejo será colocar una maceta de lavanda cerca de la puerta principal. De esta forma, evitarás que las malas vibras entren en tu hogar y atraerás abundancia, buena suerte y paz interior.
La lavanda es también una planta resistente y agradecida. Para que te acompañe durante muchos años, solo necesitas brindarle algunos cuidados básicos. En verano, riega abundantemente una vez por semana, asegúrate de que la tierra drene bien para evitar encharcar las raíces. En invierno, reduce el riego para que no se acumule humedad.