Uno de los momentos de mayor incertidumbre y desesperación es precisamente en tiempos de emergencias en la salud de tus seres queridos e incluso de tu mismo bienestar, por lo que durante esos tiempos de crisis emocionales la mejor forma de sobrellevarlo adecuadamente es a través de la espiritualidad y la oración.
No es para menos, ya que son épocas en las que la mente le juega en contra a todas las personas al exponer los peores escenarios posibles, en los que podrías quedarte sin tus seres queridos.
Es precisamente en estos tiempos de crisis que el diálogo con el Todopoderoso a través de la oración se hace cada vez más necesario, lo que queda bien evidenciado en las propias Sagradas Escrituras, en concreto, en el libro de Salmo.
Salmo 41
1 Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová.
2 Jehová lo guardará, y lo mantendrá con vida y será bienaventurado en la tierra;y no lo entregará a la voluntad de sus enemigos.
3 Yo dije: Oh Jehová, ten misericordia de mí, asana mi alma, porque contra ti he pecado.
4 Yo dije: Oh Jehová, ten misericordia de mí, asana mi alma, porque contra ti he pecado.
Esto es un breve resumen de lo que expresan estas escrituras, en las que se evidencia la importancia de acudir hacia el Señor y enfrentar las enfermedades más duras, esas con las que tu vida puede correr riesgo.
Por tal motivo, te dejaremos a continuación una oración que vas a repetir con toda la espiritualidad y devoción posible, con la intención de pedir su intercesión y, con ello, el milagro de la sanación.
Oración de los enfermos para la mañana
Es ya otro día, ¡oh, Dios! No sé qué haya de depararme, mas te ruego me prepares para lo que sea. Si me toca levantarme, ayúdame a hacerlo con valor. Si me toca permanecer en mi sitio sin moverme, ayúdame a hacerlo con discreción. Si me toca quedarme postrado(a), ayúdame a hacerlo con paciencia. Si me toca estar sin hacer nada, ayúdame a hacerlo con galanura. Haz estas palabras más que palabras, y concédeme el espíritu de tu amor. Amén.
Oración de los enfermos para la noche
¡Oh, Dios!, sostennos a lo largo del día, hasta que se extiendan las sombras y llegue la noche, y se acalle el bullicio del mundo, y pase la fiebre de la vida, y acabe nuestra obra. Luego, en tu misericordia, concédenos un sitio seguro, un descanso bendito, y paz al fin. Amén.