La compañía de las plantas puede hacer la diferencia en nuestros espacios, ya sea con un toque de naturaleza en el cuarto o compensando las faltas de las habitaciones. En esta ocasión, te presentamos a la pata de elefante, la solución ideal para decorar un espacio con clima seco y los consejos para cuidarla.
Características de la pata de elefante
La curiosa planta en cuestión tiene su origen en México y su característica más particular es su tronco, una estructura particular por hincharse en la base, a simple vista, que podría compararse fácilmente con la pata de un elefante.
Sumado a esto, sus distintivas hojas son largas y flexibles, que brotan en forma de roseta desde la parte más alta de la planta. El color verde es muy vibrante y pueden llegar a tener un arqueo muy particular.
Cuidados de la pata de elefante
Ahora que sabes más sobre su asombrosa composición, tenemos que pasar a la parte de su mantenimiento. Presta mucha atención para que no te pierdas de ningún detalle y tus retoños crezcan sanos y felices:
Abono
En primavera y verano, la pata de elefante se encuentra en pleno crecimiento y un gran consejo será agregarle fertilizante líquido para suculentas. Hazlo únicamente en la temporada de desarrollo y evita hacerlo en temporadas de otoño e invierno, ya que será un gran consejo para su desarrollo.
Temperatura
Las temperaturas cálidas de entre 18 °C y 24 °C son las preferidas de esta especie, sin embargo, su tolerancia la ha llevado a soportar temperaturas de 10 °C, pero no te fíes de ello. Protégela de las heladas, corrientes de viento fuertes y cambios bruscos de temperatura.
Riego
Lo más importante de los riegos para la pata de elefante es que el sustrato esté completamente seco entre uno y otro. Esto se traduce en regar cada 2 o 3 semanas en verano y una vez al mes en invierno, aunque podría ser mucho menos.
Dónde colocarla
Para que la planta reciba su luz adecuada, lo mejor será que la coloques en una zona de abundante luz solar indirecta.
Iluminación
La luz solar directa podría afectarla mucho, deberás cuidar de los rayos solares especialmente en el verano y siempre darle una luz indirecta con algo de sombra, para evitar las quemaduras.