La cocina nos brinda a menudo joyas culinarias que despiertan nuestros sentidos y nos conectan con la historia a través del paladar. En esta oportunidad, nos adentramos en el mundo de la panadería árabe para descubrir una receta que fusiona siglos de legado con la practicidad contemporánea, los bollitos árabes.
Una receta que evoca los aromas y sabores del Medio Oriente, en solo 5 minutos y sin necesidad de horno. Los dulces tradicionales árabes constituyen un verdadero festín para los sentidos. Desde el exquisito baklava hasta los bocaditos de hojaldre con dátiles y chocolate, la repostería árabe es un universo de sabores.
Hoy nos enfocaremos en la receta de los bollitos árabes sin horno, una preparación que por generaciones ha sabido adaptarse a los tiempos modernos manteniendo su esencia inalterada. Los bollitos árabes sin horno representan una fusión perfecta entre la tradición culinaria y la practicidad contemporánea.
Ingredientes:
- 1 huevo
- 8 gramos de azúcar de vainilla
- 50 gramos de azúcar
- 50 mililitros de zumo de naranja
- 50 mililitros de aceite de girasol
- ½ cucharadita de sal
- 1 naranja (ralladura)
- 3 cucharadas de yogur natural
- 300 gramos de harina
- 8 gramos de levadura en polvo
Elaboración:
Preparación de la masa: en un bowl, batir el huevo con ambos tipos de azúcar y la sal hasta obtener una mezcla homogénea. Sumarle el jugo y la ralladura de naranja, el aceite de girasol y el yogur, batiendo nuevamente.
Integración de la harina y la levadura: agregar la harina previamente mezclada con la levadura a la preparación anterior. Con una cuchara de madera, remover todo hasta obtener una masa uniforme y manejable. Trabajar la masa con las manos hasta formar una bola compacta.
Formación de los bollitos: tomar porciones pequeñas de masa y formar bolitas. Estirar cada bolita para darle forma, aplastándolo ligeramente con la yema de los dedos.
Fritura de los bollitos: calentar abundante aceite en una sartén. Freír los bollitos por tandas hasta que estén ligeramente dorados por ambos lados.
Rebozado final: escurrir los bollitos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Pasarlos por azúcar, asegurándose de cubrirlos completamente.