En la fe católica, San José de Cupertino brilla como una estrella guía para aquellos que, mediante sus oraciones, buscan inspiración en momentos de prueba. Los milagros de este santo, cuya conexión especial con los estudiantes, lo convierte en un intercesor invaluable en períodos de desafíos académicos.
Este fraile nacido el 17 de junio de 1603 en el humilde pueblo italiano de Cupertino, en Lecce, creció en un entorno marcado por la pobreza. Su humildad, bondad y amor por la oración lo distinguieron como una figura ejemplar, por lo que se ganó la admiración de quienes lo rodeaban.
A través de su espíritu de devoción, San José de Cupertino se convirtió en un faro de luz en tiempos oscuros que ofrece una guía a todos aquellos que lo necesitaban. Su conexión especial con el mundo académico lo convierte en un intercesor poderoso para aquellos que, mediante oraciones, buscan éxito y claridad mental en sus evaluaciones.
Oración a San José de Cupertino para pedir por los exámenes:
“San José de Cupertino, modelo de paciencia y humildad, ruega por mí. San José de Cupertino, tesoro de gracia, ruega por mí. San José de Cupertino, hoguera de amor de Dios, ruega por mí. Gloriosísimo San José de Cupertino, benefactor de los estudiantes, protector de los examinandos, no desdeñéis las súplicas que os dirijo implorando vuestro auxilio en los exámenes de mis estudios. Alcanzadme del Señor que, como verdadera fuente de luz y sabiduría, disipe las dos clases de tinieblas de mi entendimiento, el pecado y la ignorancia, instruyendo mi lengua y difundiendo en mis labios la gracia de su bendición”.
“Dadme agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, y en el momento del examen, gracia y abundancia para hablar, acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar, si así conviene a la mayor gloria de Dios y provecho de mi alma. San José de Cupertino, espejo de fe y esperanza, ruega por mí y pide para que sea ayudado en lo que deseo conseguir. San José de Cupertino, fuente de caridad, ruega por mí. Amén”.