El sueño de una casa propia es tan solo una utopía para los planos en la espiritualidad; sin embargo, los fieles cristianos pueden elevar una oración poderosa para aumentar las posibilidades y caminar en la voluntad de Jesús que los llevará a la victoria.
Y es que para Él nada es imposible, y así como creó el mismísimo universo, también podrá darte algo tan sencillo como un hogar. Confía en la poderosa voluntad de Cristo y aprende a transitarla y a descifrar los planes divinos que tiene para ti; verás que llegarás mucho más lejos de lo que pides en tu oración por el hogar.
Oración a San José por una casa propia
Para realizar esta oración, invocaremos al santo nombre del padre de Jesús en la tierra, San José, que junto con la siempre bienaventurada Virgen María sufrió las tribulaciones de encontrar un hogar para traerlo al mundo. Así que prepárate para sumergirte en un tiempo de espiritualidad y pedir por tu nueva casa con fuerza.
"Glorioso y buen San José, tú, que has conocido todas las tribulaciones para encontrar un hogar para María y Jesús, recuerda lo mucho que te preocupaste por ellos, de tus diligencias y puertas cerradas que encontraste cuando acompañabas al Niño Jesús en el camino del censo, después exiliado y finalmente de vuelta al país.
En la precariedad, siempre te encargaste de las condiciones materiales, expresando tu amor y preocupación, tu presencia fiel y protección hacia María y Jesús.
Vigila mis pasos para encontrar alojamiento, que se realicen sin problemas y con claridad, y especialmente vigila mis tratos con los propietarios y las condiciones de arrendamiento.
Que este nuevo hogar sea acogedor, pacífico, con buenos vecinos y una buena relación entre todos. Que todos los que vengan a mi hogar se sientan acogidos por tu presencia. Llena este hogar con el amor de Jesús y María. Amén.
Mediante esta oración poderosa a San José, el padre terrenal de Jesús, hijo de Dios, conseguirás la ayuda necesaria para obtener tu casa propia, ya que el patrono de la vivienda siempre se caracterizó por proteger a sus amados de los peligros y bendecirlos con un techo.
Para fortalecer esta entrega es necesario obrar para el bien y demostrar que estás dispuesto a renunciar a los pecados para obtener su protección. Amén".