El árbol de jade es una de las plantas suculentas más bellas que puedes tener, tanto en espacios verdes como en el interior de tu hogar. Sin embargo, su crecimiento puede ser algo lento y tedioso. En esta sección, te mostraremos los consejos más efectivos y sencillos para que esto no se convierta en un dolor de cabeza.
Cuidados para el crecimiento del árbol de jade
Iluminación
Ubica la planta en un rincón donde reciba buena luz indirecta. El mejor lugar será una ventana o puerta ubicada en el este o en el oeste de tu hogar.
Riego
Para una hidratación adecuada, el sustrato debe estar totalmente seco entre los riegos. Cuando llegue el momento, asegúrate de que el agua llegue a todos los espacios de la planta y salga por los agujeros de la maceta, para que drene bien. De lo contrario, el agua excesiva podría pudrir las raíces.
Sustrato
Al elegir el sustrato para esta suculenta, asegúrate de que sea uno poroso y muy bien drenado. Esto evitará los peligrosos encharcamientos. La mezcla de tierra de jardín con arena gruesa o perlitas será un consejo excelente para facilitar el drenaje.
Fertilización
Un fertilizante diluido específico para suculentas durante las temporadas calurosas, como la primavera y/o el verano, será bien recibido por el árbol de jade. Eso sí, no te olvides de suspender la fertilización en los climas gélidos del otoño y el invierno.
Poda y limpieza
La poda es fundamental para que las ramas crezcan de manera naturalmente compacta. Además, eliminar las hojas dañadas o secas evitará que las plagas se acerquen. Este paso también asegura una estimulación en el crecimiento.
Tips adicionales
- Ajo
Uno de los fertilizantes más efectivos es sin duda el ajo. Para colocarlo en tu árbol de jade, simplemente machaca un diente de ajo y mézclalo en una botella con un litro de agua. Después de 24 horas de reposo, ya podrás regar la planta con este poderoso remedio. Asegúrate de hacerlo al menos una vez al mes, para ver resultados óptimos.
- Trasplante
Si con el paso del tiempo la maceta comienza a ser demasiado pequeña para tu planta, asegúrate de cambiarla por una más grande y cómoda para tu retoño. Los expertos aseguran que trasplantarla cada dos años es sumamente eficiente, puesto que la tierra se vence y comienza a perder sus nutrientes.