En cosas del hogar, dicen quienes saben que no existe nada más molesto que un fregadero que se atasque una y otra vez a la hora de cocinar. Es que, para muchos, este inconveniente doméstico pone a prueba nuestra paciencia, habilidad que muchas veces se pierde con el tiempo y el agotamiento de la rutina diaria. Por ello, en este artículo te contamos de un truco de limpieza que lo que más seguro es que, al ponerlo en práctica, sacará más de una sonrisa y será un verdadero alivio para el estrés diario y el bolsillo.
Al entrar en materia, comprendemos que, cuando se trata de atascos en nuestras tuberías, lo más probable es que un profesional debe acudir a resolver el problema. Sin embargo, lo mejor de este truco de limpieza es que lo puedes hacer por ti mismo sin la intervención de alguien más.
Se trata de una elemento que se destaca por su gran habilidad para emulsionar los residuos de comida y grasa que están atascados en nuestra cocina: la lejía, un elemento que ofrece una raída y efectiva solución para este problema, aunque haya que tener cuidado porque es corrosivo dado su composición química.
En este sentido, al usarlo, se recomienda utilizar guantes de goma y evita aspirar los vapores que desprende al usarse. Se debe aplicar en el desagüe y dejarlo actuar por 30 minutos aproximadamente con agua caliente. Además, para evitar los gases tóxicos dentro de tu organismo, es recomendable que te tapes la nariz con algún trato en el rostro.
Por otro lado, debes tener precaución a la hora de mezclarlo con otros alimentos porque su combinación puede ser nociva para la salud.