En la jardinería es muy común ver consejos y recetas de abono con ingredientes naturales sumamente efectivos para nuestras plantas, pero ¿alguna vez has escuchado de aquel que contiene clorofila?
Así como escuchaste, el mismo componente que se encuentra en las mismas plantas y es clave para el proceso de fotosíntesis, además de mantener las funciones metabólicas de tus retoños y producir su inmaculado color verde, también puede servir como un súper abono.
La clorofila y sus propiedades
El nitrógeno y magnesio de este pigmento orgánico son la piedra angular en la dieta de crecimiento de las plantas, independientemente de la edad de estas, pues logrará que absorban adecuadamente la luz y la transmuten en energía, la cual utilizarán para crecer de manera óptima.
¿Cómo se realiza el abono a base de clorofila?
Para conseguir este potente abono simplemente deberás juntar una buena cantidad de hojas provenientes de los árboles que permanecen verdes todo el año, tales como el ciprés, el pino, el cedro, el olivo, entre otros.
Cuando las obtengas, solo procésalas en una licuadora con un litro de agua. Cuando consigas la mezcla homogénea, cuela el líquido y pásalo a una olla para calentarlo a baño maría por 10 minutos.
Finalmente, deja enfriar y el abono estará completo y listo para ser regado sobre tu jardín. Para aplicarlo correctamente y ver buenos resultados.
El mejor consejo para este truco de jardinería es repetir el proceso por 15 días sin interrupciones, asegúrate de regar durante la caída del sol en la tarde para que este no queme las hojas.