Los fieles católicos tienen consigo a un poderoso aliado contra la mala espiritualidad y la brujería: San Patricio. Este inmenso hombre de fe fue inmortalizado por todas sus buenas obras y luego por su poderosa oración que hasta la actualidad seguimos rezando gracias a su gran poder.
Pero mucho antes de que la poderosa oración, mejor conocida como coraza de San Patricio, lo hiciera aún más famoso, este hombre tuvo una vida sumamente interesante que debemos conocer.
Vida y Obra de San Patricio
San Patricio nació en el año 387 en Escocia, siendo el primer hijo de un matrimonio romano. Durante su adolescencia fue secuestrado para ser enviado a Irlanda, allí comenzó a trabajar como esclavo, un momento de incertidumbre que le permitiría conocer la fe católica, este fue el inicio de sus predicaciones, milagros y oración.
Luego de aceptar a Cristo en su corazón, comenzó a evangelizar luego de escapar de su esclavitud en un barco hacia una isla. Durante su cautiverio, comenzó a escribir en un libro autobiográfico que contaba todas sus memorias, uno titulado "Confessio".
San Patricio decidió volver a Irlanda, a pesar de haberse liberado, para comenzar su vida de evangelización en un pueblo celta sumido en la espiritualidad pagana y brujería en consecuencia de su religión druidista.
San Patricio continuó con su obra de liberación a pesar de sus innumerables enfrentamientos y persecuciones, finalmente, fue ese mismo sacrificio lo que llevó a una evangelización completa de Irlanda, que en la actualidad es uno de los países más católicos del mundo.
Durante sus momentos más difíciles, San Patricio, en vez de desistir, se dispuso a crear, junto con Cristo, una oración sumamente poderosa, conocida en la actualidad como "Coraza de San Patricio", esta libra y protege a las víctimas de brujería, malas intenciones, pensamientos y energías. En esta ocasión, podrás aprendértela para librarte de la adversidad del maligno.
Coraza de San patricio
Cristo conmigo.
Cristo delante de mí.
Cristo detrás de mí.
Cristo dentro de mí.
Cristo debajo de mí.
Cristo sobre mí.
Cristo a mi derecha.
Cristo a mi izquierda.
Cristo cuando me acuesto.
Cristo cuando me siento.
Cristo cuando me levanto.
Cristo en la anchura.
Cristo en la longitud.
Cristo en la altura.
Cristo en el corazón de toda persona que piensa en mí.
Cristo en la boca de toda persona que hable de mí.
Cristo en los ojos de todos los que me ven.
Cristo en los oídos de todos los que me escuchan.
Amén.