Una de las figuras más históricas y veneradas en toda la Iglesia Católica es precisamente San Adrián, un antiguo mártir cuya historia inspiró a muchos creyentes a seguir su ejemplo, y por supuesto, a dedicarle una emotiva oración en búsqueda para manifestar el deseo que tanto valoras recibir.
Su historia es bastante inspiradora y es que Adriano de Nicomedia, su nombre real, nació en Constantinopla a finales del siglo III. Durante esa época, le tocó presenciar las últimas persecuciones que padecieron los cristianos en la antigüedad, promovidas por el emperador Diocleciano.
Su leyenda crece al momento en que el santo se enamoró de una joven cristiana llamada Natalia, con quien se casó. Formó parte de la nobleza y del ejército imperial, sin embargo, en cumpliento de su deber, se presentó en un juicio organizado en contra de 22 cristianos, quienes finalmente fueron condenados a la tortura y a la ejecución.
Esto marcó a San Adrián, quien tras esta experiencia decidió convertirse al cristianismo y tras ser bautizado, contrajo matrimonio con Natalia, quien también alcanzaría la santidad más adelante.
¿Por qué es venerado?
En vista de toda la devoción que le entregó a la fe, San Adrián fue denunciado y juzgado para ser apresado junto a otros compañeros, con quienes tenía planificado acudir a Cesarea, para anunciar a Cristo.
Tras rechazar un ofrecimiento para dejarlo en libertad a cambio de renegar su fe, fue azotado con garfios de hierro y arrojado a una jaula con fieras salvajes. A pesar de todas las adversidades, tal cual lo describe “Rionegro.com.ar”, milagrosamente logró sobrevivir a los ataques de un león.
No obstante, esto no fue suficiente, ya que eventualmente fue ejecutado en el año 309 en la antigua ciudad de Nicomedia. Santa Natalia lo acompañó en la hora de la prueba para darle ánimo y el consuelo que necesitaba en sus últimos momentos de vida.
Su historia es claramente una enseñanza de convicción por la fe y en especial, un relato de un amor inquebrantable que ha motivado a muchos. San Adrián superó los peores tormentos por creer en Dios. A pesar de todo, Natalia siempre le mostró su incondicional apoyo. De ahí la necesidad de su emotiva oración en búsqueda de manifestación en el amor.
Oración a San Adrián
Con todo esto en mente, es momento de leer con atención la oración dedicada a San Adrián, quien murió defendiendo sus ideas cristianas y con un amor incondicional, como Natalia.
Señor, Tú que llenaste de un celo apasionado a San Adrián
por anunciar tu Amor, manifestado en el Corazón de tu Hijo Jesús
y en el Corazón de María, su Madre y Madre nuestra.
Le diste fortaleza tan grande
que lo llevó a derramar su sangre
como testigo de tu Amor.
Te pedimos, por su intercesión,
nos concedas también a nosotros
contemplar, vivir, anunciar
y ser testigos de tu Amor.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.