Las suculentas y los cactus se han convertido en algunas de las plantas más populares para el hogar, tanto para interiores como exteriores, y es que su gran facilidad de mantenimiento las hace ideales para toda clase de personas, desde los más apasionados por las flores como para los que son un poco más descuidados.
Después de todo, no requieren de mucho riego de agua y con los cuidados correspondientes pueden vivir varios años contigo. Sin embargo, para alcanzar esta meta es necesario tomar nota y conocer sus diferencias y similitudes entre sí, una información que nunca está demás tener en cuenta y así ser un experto en estas plantas.
Conceptos básicos
Para empezar, a las suculentas se les conoce así gracias al término en latín “sucus”, el cual significa jugo o savia, lo que hace referencia a la capacidad de almacenar agua en sus hojas, tallos o raíces. Es ideal para climas áridos y secos.
Ahora bien, los cactus también cuentan con estas características pues se han adaptado a sobrevivir en ambientes extremos, como el desierto. Sin embargo, no todos los cactus son suculentas, ya que todo dependerá de la estructura.
Tal cual lo explica el portal “eldiariodecarlospaz.com.ar”, los cactus se diferencian de las suculentas gracias a las areolas, esas pequeñas protuberancias en las que crecen las espinas, formato que es inusual en las suculentas (algunas sí tienen espinas).
Datos adicionales
Ya en materia, es importante señalar cómo puedes diferenciar estas plantas entre sí y de esa forma no las confundas. De igual modo, vamos a mencionar algunas características que comparten y es algo que seguramente te sorprenderá.
También es importante mencionar que las suculentas cuentan con unas hojas mucho más gruesas y carnosas que los cactus, y esto se debe a su capacidad como reservorio de agua.
Tal cual como se indicó previamente, estas especies se han adaptado a climas secos o áridos, especialmente en temporadas en las que el suministro de agua es mínimo, algo que comparten con los cactus.
Su aspecto físico
Un dato no menor y que vale la pena mencionar es la manera en cómo las suculentas pueden reproducirse a través de esquejes o hijuelos, es decir, las hojas o algunas partes de estas plantas pueden desarrollar nueva vida fácilmente con poco cuidado.
Naturalmente, es conocido que existe una gran variedad de suculentas con distintas formas y, principalmente, colores, lo que las convierte en una especie muy dinámica.
Otro aspecto a considerar es que los cactus se diferencian de las suculentas por sus espinas, la cuales no solo los protegen, sino además ayudan a evitar que se deshidraten cuando hacen la fotosíntesis.
Estas protuberancias almacenan las gotas de agua del rocío de la mañana y las mantienen frescas, especialmente en los climas más extremos, que algunas suculentas, simplemente, no soportan.
Su crecimiento es lento en comparación a otras plantas, pero, con los cuidados adecuados, pueden crecer sin problemas. Por último y no menos importante, estas especies suelen ser muy resistentes a las plagas y la presencia de varios insectos.