Una de las plantas más populares para interiore es precisamente la drácena que tanto furor ha causado en las redes sociales y no es para menos, pues es capaz de cambiar la estética de estos espacios con tan solo su presencia y ni hablar de la elegancia que aportan sus largas y puntiagudas hojas.
Sin embargo, como sucede con cualquier especie natural, requiere de un tratamiento específico si lo que quieres es que tenga una calidad de vida óptima y crezca con todo su esplendor.
Recuerda que si la vas a dejar en el interior de tu hogar, la estás privando de la interacción con el sol, aire y agua que pueda recibir en el jardín, por lo que es necesario asegurar unas condiciones correctas para que pueda sobrevivir en interiores. Con esto en mente, he aquí sus características y cuidados que debes tomar en cuenta.
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Conoce de cerca a la drácena
A pesar que es una de las plantas más usadas para decorar los interiores, definitivamente tiene que ser muy cuidada ya que con un simple descuido, sus hojas empezarán a manifestar un aspecto deteriorado.
Para empezar, es recomendada para aquellas zonas con poca luz y ambientes de sombra, pues sus hojas puntiagudas pueden decorar estos ambientes con solo su presencia. Otro aspecto que debes tomar en cuenta es que existen hasta 150 tipos de especies distintas de dracenas, por lo que hay de sobra de dónde elegir.
Una de las razones por las que es tan popular, es que se puede adaptar a casi cualquier ambiente siempre y cuando se le brinde la atención necesaria, ya que son utilizadas además para la purificación del aire interior de las casas. Pueden absorber dióxido de carbono, y eliminar el benceno o formaldehído del aire.
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Su cuidado
Aquí ya entramos en materia en torno a este tipo de plantas para interiores, la cual no debe recibir luz directa del sol pues afectará directamente el color de las hojas.
Uno de los aspectos a tomar en consideración, es el riego de estas especies que a diferencia de otros ejemplares, no requiere de mucha agua y únicamente se debe regar con moderación. Lo suficiente hasta que la tierra quede húmeda, de lo contrario el exceso de agua puede hacer que el tronco se pudra.
Su mayor enemigo son las bajas temperaturas, y es que al ser una especie tropical, no tolera de la mejor manera la sensaciones térmicas por debajo de los 14°C, por lo que hay que ubicarla en ambientes entre los 20 y 25°C.
Con esto en mente, podrás garantizar una calidad de vida óptima a estas plantas que además, son muy resistentes a las plagas, un dato no menor que la hace muy versátil y útil para interiores.