Seguro que tienes por casa algunas esponjas de cocina o de baño que ya no te sirven para limpiar. Antes de botarlas a la basura, ¿por qué no les das una segunda vida y las conviertes en objetos útiles y divertidos? Aquí te damos algunas ideas de reciclaje para reutilizar a través de manualidades que te inspirarán. ¡No te las pierdas!
Neutralizar olores
¿Te molesta el olor a comida o a humedad que hay en tu cocina o en tu refrigerador? No te preocupes, hay una solución muy sencilla y económica para reciclar. Solo necesitas una esponja húmeda y un poco de bicarbonato. Coloca la esponja en un recipiente abierto, como un plato, y espolvorea el bicarbonato por encima. La esponja actuará como un absorbente natural y eliminará los malos olores. Puedes cambiarla cada cierto tiempo o cuando notes que ya no funciona.
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Limpiar botellas
Segunda idea que puedes utilizar para reciclar las esponjas es, por ejemplo, limpiar el interior de las botellas. Pues esto parece ser una tarea difícil, sobre todo si tienen un cuello estrecho o una forma irregular. Por eso, no te desesperes, hay un truco muy fácil que te facilitará la limpieza. Solo tienes que ajustar una esponja a la punta de una vara, como un palo de escoba o un tenedor, y usarla como cepillo. Humedece la esponja con agua y jabón y frota el interior de la botella con ella. Verás cómo queda reluciente.
Animales de esponjas
Si tienes niños en casa, o si te gusta hacer manualidades, puedes aprovechar las esponjas para crear unos simpáticos animales. Solo necesitas unas tijeras, unos ojos móviles, unos pompones y un poco de pegamento. Corta las esponjas con la forma que quieras: un conejo, un gato, un perro, un elefante… Pega los ojos, la nariz, las orejas y la cola con los pompones y el pegamento. Y ya tienes unos adorables muñecos de esponja que puedes usar como juguetes, como adornos o como regalos.
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Sellos
Otra forma de darle un toque creativo a tus esponjas es convertirlas en sellos. Puedes cortar siluetas de diferentes tamaños y formas: estrellas, corazones, flores, letras… Solo tienes que humedecer las esponjas con tinta o pintura de los colores que prefieras y estamparlas sobre el papel, la tela, la madera o la superficie que quieras decorar. Puedes crear tarjetas, carteles, camisetas, cuadros o lo que se te ocurra.