Para los coleccionistas de monedas y billetes, no hay nada más atractivo que una pieza única, algo que la numismática persigue hace cientos de año. Pero, ¿alguna vez imaginaste que alguien esté dispuesto a pagar medio millón por una moneda de 50 pesos?
La numismática está marcada por la oferta y la demanda, por lo que una moneda o un billete puede valer lo que alguien esté dispuesto a pagar, por más que existan escalas y catálogos, que permiten fijar un rango de precios para cada pieza.
¿Cómo es la moneda de 50 pesos que se vende a 500 mil pesos?
La moneda de 50 pesos mexicanos es conocida como Centenario y fue acuñada en oro de 22 quilates en 1921, para conmemorar el centenario de la Independencia de México. Lleva en el anverso un retrato de la Victoria alada, junto a los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl en el fondo. Cuenta con un peso de 41,7 gramos, una pureza de 900/1000, un diámetro de 37,00 milímetros y un grosor de 2,70 milímetros.
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Esta moneda fue tan exitosa, que fue reimpresa entre 1949 y 1972. Se estima que se vendieron cerca de 4 millones de estas piezas, que son un clásico en la numismática.
¿Por qué la moneda de 20 pesos está valuada en medio millón de pesos?
Si bien la moneda Centenario de por sí ya es valiosa por su material de fabricación, la pieza que se ofrece en las plataformas digitales parece contar con dos condimentos que elevan su precio en la numismática. Las características distintivas y la rareza, que pueda esconder la pieza en cuestión, pueden disparar su cotización.
El detalle singular de esta moneda de 50 pesos es que, además de su composición de oro, está rodeada por diamantes. Uno de los puntos llamativos de la publicación es que el vendedor no menciona un certificado de autenticidad, tanto para la moneda como para los diamantes.
Esto pone en alerta a los expertos en numismática ya que, si bien una moneda Centenario es apreciada, las gemas incrustadas en la moneda alteran su valor. Es por eso que se recomienda, antes de tomar una decisión, analizar la pieza y pedir una mirada externa, que confirme su veracidad y confirme que estamos ante una inversión y no a segundos de convertirnos en víctima de una estafa.