Las velas siempre aportan una nota mágica a cualquier ambiente. La llama encendida, su titilar y la iluminación que desprenden pueden transformar cualquier espacio en un lugar acogedor y especial. Si son aromáticas, añaden además una dimensión sensorial adicional que evoca recuerdos y emociones. En este artículo, nos centramos en el lado más decorativo y práctico del uso de las velas, ofreciéndote trucos de experto para prolongar su vida y disfrutar de su cálida luz durante más tiempo.
La importancia del primer uso de una vela
El primer uso de una vela perfumada es crucial para asegurarte de que arda uniformemente en el futuro. Deja que la vela se queme hasta que toda la superficie esté líquida. Este proceso puede llevar de una a tres horas, dependiendo del tamaño de la vela. Al hacerlo, evitarás que la vela forme túneles y garantizarás una combustión uniforme.
Anota esto sobre el tiempo de quemado de la vela
Es recomendable que la vela no esté encendida más de tres horas seguidas. Esto no solo evita el sobrecalentamiento del recipiente, sino que también prolonga la vida útil de la vela. Al apagarla después de este tiempo, permites que se solidifique de nuevo, preparándola para su próximo uso.
Antes de cada uso, recorta la mecha
Recortar la mecha antes de cada uso es un paso fundamental para una combustión limpia. Corta la mecha a aproximadamente 0,6 cm sobre la cera. Esto ayuda a reducir el humo y evita que la llama sea demasiado alta, lo que podría causar hollín en el recipiente y un consumo más rápido de la cera.
El ritual de apagado de la vela para que no desprenda humo
Si no te gusta que el humo se reparta por la habitación al apagar una vela, la solución es utilizar una herramienta adecuada para apagarla. Una tapa de material adecuado hará que el humo se quede en el interior del vaso. Alternativamente, puedes usar un apagador de velas para sofocar la llama sin producir humo.
¿Cuál es la ubicación adecuada de una vela?
La ubicación de una vela también influye en su rendimiento y duración. Coloca la vela en una superficie plana y resistente al calor, lejos de corrientes de aire, cortinas o cualquier material inflamable. Esto no solo es una medida de seguridad, sino que también ayuda a que la llama arda de manera estable y uniforme.
Siempre velas naturales
Opta por velas naturales, hechas de cera de abeja, soja o coco. Estas velas no solo son más amigables con el medio ambiente, sino que también queman de manera más limpia y duradera. Además, las velas naturales suelen tener menos aditivos químicos, lo que las hace una opción más saludable para el hogar.