De todas las plantas más delicadas ante las bajas temperaturas, sin duda, las suculentas se pueden llevar el podio, ya que son especies oriundas de climas tropicales y, naturalmente, en estas condiciones hay que darles un tratamiento distinto y con mucha atención.
Si realmente quieres que todas tus suculentas sobrevivan intactas durante los días más fríos del año, te recomendamos que sigas esta breve guía.
Tips para el cuidado de estas plantas
- Ojo a las raíces
Puede sonar algo inédito, pero sí, hay que proteger las raíces del frío y para esto debes hacer un aislamiento con materiales como cartón, papel de burbujas o yute, los que permiten brindar una barrera óptima ante las corrientes de aire. Es esencial que eleves las macetas, son soportes o bandejas, y así evitar que entren en contacto con superficies frías.
- Riego moderado
Mejor dicho, el riego debe ser al mínimo y evitar encharcamientos. Las suculentas entran en reposo durante esta temporada y, por ende, consumen menos agua. Se recomienda que hagas el riego una vez cuando la tierra esté totalmente seca y si puedes, al menos una o dos veces al mes.
- Lejos de la lluvia y nieve
No hace falta ser un experto jardinero para conocer los riesgos de exponer las suculentas a estas condiciones. Es mejor que las tengas en interiores y bien protegidas.
- El tipo de luz
En este punto, es necesario ubicarlas en una zona cercana a una ventana soleada o, en el peor de los casos, considera el uso de lámparas con luces LED especialmente diseñadas para plantas.
- Temperatura
Lo mejor es que tengas estas plantas en un ambiente entre los 5 a 15 grados centígrados durante el invierno, un ambiente que pueden soportar. Frente a algo más bajo, será fatal.
- Fertilización
La respuesta es bastante clara: cero fertilización en el invierno. Esto se debe a que si usas productos ricos en nitrógeno, por ejemplo, estimulará su crecimiento y no es conveniente hacerlo en invierno.
- Inspección
Al ser una temporada en la que entran en descanso, es importante que las revises constantemente en búsqueda de señales de alarma, como una infección, por ejemplo. La clave es siempre observarlas con atención.