Un par de frascos de vidrio pueden convertirse en el regalo perfecto para esta Navidad. Gracias a su versatilidad, y a las propuestas de reciclaje y reutilización de materiales, estos artículos se pueden transformar en unos portavelas que funcionan a la perfección también como centros de mesa.
La idea de esta manualidad, basada en el reúso, la propuso Agus Gallo desde su cuenta de Instagram @agusgallook. Es un proyecto fácil de hacer, muy económico y en el que, además, pondrás en práctica la técnica de tejido macramé.
Para llevar a cabo esta propuesta de reutilización que comparte Gallo, solo necesitarás dos frascos de vidrio, 12 hebras de hilo grueso (aunque ella sugiere que puede ser el de tu preferencia, como hilo de yute, de algodón o de lana gruesa), pegamento de silicón, tijeras, una vela y, opcionalmente, una tira fina de cuero, abalorios y etiquetas con mensajes navideños.
El atractivo principal de este reciclaje consiste en cubrir o decorar el frasco de vidrio con el tejido de macramé. Para lograrlo, Gallo explica que hay que hacer un trenzado de derecha a izquierda. Pero antes, primero debes separar las 12 hebras en grupos de dos, fijarlas a una superficie con cinta adhesiva y comenzar el trenzado respetando esta dirección, pasando la primera pareja de hebras por arriba y por debajo de las siguientes.
Una vez que hayas completado este recorrido, recorta lo que sobre y fija las uniones con pega de silicón. Luego, bordea la base de los frascos con esta trenza o tejido y agrégale algunos detalles decorativos como la tira de cuero, los abalorios y las etiquetas con mensajes navideños. Al estar lista la decoración, le agregas las velas.
Esta propuesta de reciclaje, además de promover la sostenibilidad, es una bonita idea para practicar el tejido de macramé, con el cual se pueden hacer cortinas, tapices, joyería y accesorios para el hogar. Una de las ventajas de su uso es que le da un toque artesanal al espacio donde se exhiba, así como un estilo bohemio.