La Navidad tiene tradiciones que en muchos casos van cambiando alrededor del mundo, pero algunas son emblemáticas y no se modifican. Tal es el caso de árbol del Navidad o las coronas en las puertas de entrada, un detalle que suma a la decoración del hogar, pero lo que muchos no saben es que tiene un gran significado.
Por ello, si aún no has puesto la corona de Navidad en la puerta de entrada de tu hogar, te contamos por qué deberías hacerlo. Este ornamento, que para estas fechas es muy común en puertas, mesas y chimeneas, tiene una gran historia que va mucho más allá de lo decorativo.
- La historia detrás de las coronas
La tradición de colocar coronas hechas con ramas de árboles en las puertas de los hogares se remonta a la Antigua Roma, donde se solía ofrendar ramas de árboles en honor a Strenia, la diosa de la salud y la buena suerte. El propósito de este ritual era pedirle a la deidad salud y prosperidad para el año que comenzaba.
Con el paso del tiempo, esta tradición fue evolucionando creando guirnaldas circulares muy parecidas a las que hoy decoran las puertas de los hogares. No obstante, este ornamento se popularizó en todo el mundo con la llegada del cristianismo, quienes adaptaron esta ceremonia pagana, dando lugar a la corona de Adviento.
Razones para decorar tu puerta con una corona navideña
- Transmite calidez y hospitalidad: este tipo de detalles crea una primera impresión acogedora para tus invitados, ya que puede generar una sensación de unión y paz.
- Conecta con la tradición: colocar una corona navideña te une a una costumbre que data de hace muchos siglos, uniendo culturas y generaciones. Por ejemplo, para el cristianismo este objeto es un símbolo de fe, esperanza, amor y paz.