Las chamarras de piel han sido un clásico atemporal en el guardarropa. Su estilo, elegancia y versatilidad las convierten en un imprescindible que combina con cualquier atuendo. Sin embargo, mantenerlas impecables puede resultar un desafío, ya que la piel es un material delicado que exige cuidados especiales para no dañarla. Para que vuelva a lucir como nueva, te contaremos unos trucos de limpieza que una experta definió en una guía súper práctica.
Si te preocupa cómo eliminar la suciedad sin arriesgar tu prenda favorita, la experta en orden y limpieza Vanesa Travieso tiene un truco de limpieza económico y rápido, el cual te permitirá dejar tu chamarra de piel como nueva en solo dos minutos al utilizar únicamente dos productos que probablemente ya tienes en casa.
Guía para limpiar una chamarra de piel
Vanesa Travieso (@ponorden) comparte a menudo consejos prácticos para el hogar en sus redes sociales. Uno de sus más útiles consejos es el truco de limpieza de chamarras de piel, de forma rápida y sin gastar de más. Los materiales que necesitas son agua micelar y crema hidratante, como la clásica Nivea.

Preparar el material
Humedece un paño de microfibra limpio con unas gotas de agua micelar, el mismo producto que utilizas para desmaquillarte.
Limpieza inicial
Frota suavemente las áreas de la chamarra de piel que tengan manchas o acumulación de suciedad. La textura porosa de la piel absorberá el producto y eliminará restos de polvo y grasa.
Hidratación
Con otro paño limpio, aplica una cantidad generosa de crema hidratante. Extiéndela sobre las mismas zonas que limpiaste previamente para nutrir la piel y devolverle su brillo natural.
Finaliza el proceso
Asegúrate de distribuir bien la crema para evitar residuos visibles. Una vez terminados estos pasos, tu chamarra estará como nueva y lista para lucirla.
¿Por qué las chamarras de piel requieren cuidados especiales?
La piel, aunque duradera, tiene características que la hacen susceptible a ensuciarse. Al ser una superficie porosa, la chamarra de piel absorbe polvo y grasa ambiental. También al estar en contacto directo con aceites corporales, como el cuello, los puños y las mangas, que acumulan residuos por el sudor y productos como maquillaje o cremas.