Para quienes disfrutan de un antojo dulce en la merienda, nada mejor que preparar unas rosquitas suaves y esponjosas. Con ingredientes básicos y un proceso sencillo, esta receta permite obtener alrededor de dos docenas de rosquitas.
Los ingredientes necesarios son: 500 g de harina, 75 g de azúcar; 50 g de manteca, margarina o grasa blanda; 1 cucharada de esencia de vainilla, ralladura de 1/2 limón, 25 g de levadura fresca y 250-300 cc de agua tibia.
En un recipiente amplio, mezclar la harina, azúcar, manteca, esencia de vainilla y ralladura de limón. Poco a poco, añadir agua tibia hasta obtener una masa suave. Amasar durante cinco minutos.
Tapar y dejar reposar la masa en un lugar cálido durante 20 minutos. Luego, dividirla en porciones de aproximadamente 40 gramos. Formar las rosquitas haciendo un agujero en el centro de cada bolita de masa y ensancharlo para evitar que se cierre. Dejar reposar nuevamente entre 10 y 15 minutos.
Calentar una cantidad generosa de aceite, asegurándose de que esté a temperatura baja para que las rosquitas se cocinen bien sin quemarse. Freír cada rosquita hasta que estén doradas de ambos lados, girándolas luego de unos minutos.
Una vez cocidas, escurrir sobre papel absorbente. Para el toque final, espolvorear las rosquitas con azúcar mientras están aún tibias para que se adhiera bien.