El moho y los ácaros son algunos de los enemigos más incómodos en interiores, especialmente en las habitaciones donde no hay mucha ventilación y poca higiene. Hablamos de una amenaza que incluso puede poner en riesgo tu salud, y para ello es importante seguir ciertos trucos de limpieza óptimos y sencillos de aplicación.
La mejor forma de hacerlo es a través de la ciencia, y es que los especialistas llegaron a la conclusión acerca de un ingrediente en particular que es altamente efectivo para acabar con estos escenarios, y ese es precisamente la sal.
Uno de los trucos de limpieza que no debes subestimar
Concretamente, la sal es conocida por su capacidad de controlar y reducir la humedad en áreas pequeñas por sí sola, por lo que si buscas acabar con el moho o los ácaros, entonces debes aplicar algunos trucos de limpieza bastante ingeniosos.
- Así acabas con el moho
La clave es crear un deshumidificador casero con sal y para esto solo debes tomar un recipiente pequeño, y agregarle algunas cucharadas de sal gruesa. Lo vas a cubrir con un paño de cocina o de algodón, y poco a poco esto irá absorbiendo la humedad en la recámara. Se recomienda que cambies la sal cada 3 días para mejores resultados.
Lo único que tenemos que hacer es poner unas cucharadas de sal gruesa o de bicarbonato de sodio en un recipiente. Cúbrelo con un paño de cocina o un paño de algodón y esto absorberá el exceso de humedad de la habitación. Cambiamos la sal y el bicarbonato cada 3 días para asegurar un buen resultado.
- Adiós a los ácaros
Una vez ya hayas terminado con el moho, también debes prestar atención a los ácaros que pueden estar presente en tu cama, almohadas y demás tejidos. Para esto lo primero es acabar con la humedad ya que es una condición que propicia el aumento de los ácaros, y cuando ya hayas alcanzado esto entonces debes avanzar con estos trucos de limpieza.
El sistema es simplemente tomar un poco de sal en otro recipiente, y dejarlo cerca de una ventana, lo que permitirá acabar por completo con esa humedad, y por ende, los ácaros disminuirán por sí solos.
Es importante mencionar que nada de esto será posible si tienes una mala higiene, y no cambies periódicamente la ropa de tu cama. Con todo esto en mente, ahora vas a aprender valorar la sal gruesa mucho más que nunca.