La Navidad es sinónimo de alegría, música, luces y decoración. Sin embargo, cuando se trata de adornar el hogar, es fácil caer en errores que restan elegancia. Diseñadores de interiores han señalado las tendencias que valen la pena evitar.
Aunque los mensajes como “Feliz Navidad” o “Ho, Ho, Ho” son clásicos, no se debe abusar de ellos. La decoración debe transmitir el espíritu festivo sin necesidad de explicaciones.
El rojo y el verde son típicos de la Navidad, pero no siempre es necesario limitarse a ellos. Probar combinaciones como dorado con burdeos o negro con tonos ocre puede dar un aire fresco a los espacios.
El árbol es el corazón de la decoración navideña. Llenarlo de adornos o luces insuficientes puede hacer que pierda protagonismo. Los expertos recomiendan incluir elementos que evoquen recuerdos y apostar por una buena iluminación.
Los árboles de Navidad blancos, aunque pueden parecer modernos, muchos consideran que carecen de calidez y autenticidad. Si buscas originalidad, es preferible un árbol verde con detalles personalizados.
Claramente, más allá de los adornos, la verdadera magia de la Navidad está en compartir momentos con los seres queridos. La decoración, aunque importante, es solo un complemento para crear un ambiente especial.