La conservación de las monedas de colección es casi tan importante como su historia para los aficionados por la numismática. Cada huella, mancha o rasguño puede reducir significativamente su atractivo y valor en el mercado, por lo que entender cómo protegerlas será esencial para quienes valoran estas piezas únicas.
A lo largo del tiempo, las monedas enfrentan enemigos silenciosos como la humedad, el aire y el manejo descuidado. Aunque parecen inofensivos, estos factores pueden dañar la superficie de la pieza y disminuir su valor en el mercado de la numismática, alejándolas de su potencial como reliquias históricas o inversiones.
Tips para preservar las monedas de tu colección numismática
Humedad bajo control
El exceso de humedad acelera procesos como la oxidación afectando las superficies metálicas de las pecunias. Guarda tus monedas en un entorno con humedad controlada, idealmente entre el 30 % y 50 %, y mantén una temperatura estable. Evita lugares con condiciones extremas como sótanos o áticos, donde la variabilidad ambiental puede ser perjudicial.
Almacenamiento especializado
No todas las cajas o álbumes son iguales para almacenar monedas. Opta por cápsulas, hojas o estuches diseñados específicamente para estas piezas. Asegúrate de que estos sean libres de PVC y ácidos, ya que estas sustancias pueden provocar daños irreversibles. No solo las protegen del aire, sino también de golpes accidentales.
Manipulación con cuidado
Cada vez que toques una moneda, usa guantes de algodón para evitar transferir grasa o dejar huellas. Si necesitas sostenerla directamente, hazlo por los bordes, nunca sobre su superficie. Este sencillo hábito puede marcar la diferencia entre una moneda bien conservada y otra afectada por descuidos.
Luz y protección
La luz directa, ya sea solar o artificial, puede alterar los colores originales o generar manchas permanentes. Almacena tus monedas en lugares oscuros o en contenedores opacos diseñados para bloquear la luz.
Limpieza solo con asesoría
Limpiar una moneda es un tema delicado que debe hacerse bajo la guía de expertos. Muchos intentos bien intencionados terminan dañando las piezas, reduciendo su valor considerablemente. Antes de aplicar cualquier técnica, consulta a un profesional en numismática.