Cuando las persianas de casa acumulan polvo y suciedad, no es necesario recurrir a costosos productos ni a métodos complejos. Existe un truco de limpieza que ha pasado de generación en generación para que asearlas sea una tarea sencilla.
El método del calcetín es un consejo práctico que consiste en utilizar medias viejas de algodón y vinagre de limpieza para dejar las persianas impecables.
Mantener las persianas limpias no es solo una cuestión de estética. La acumulación de polvo puede afectar la calidad del aire en el hogar y, a la larga, provocar problemas alérgicos. Además, su mantenimiento regular prolonga su vida útil y mejora la apariencia del espacio.
Para poner en práctica el truco del calcetín, basta con preparar una mezcla casera de agua y vinagre a partes iguales, rociarla sobre las láminas y limpiar cada una con la mano cubierta con el calcetín. El tejido atrapa el polvo con facilidad sin dañar la superficie.
Después es recomendable secar las persianas con un paño seco o un calcetín limpio para eliminar la humedad y obtener un acabado perfecto.
Repetir esta limpieza cada pocos meses hará que las persianas se mantengan en buen estado y facilitará futuras sesiones de limpieza.