Un dime de 10 centavos, acuñado en 1975, ha roto las expectativas al alcanzar un valor superior a los 500,000 dólares en recientes subastas. Pero no es una pieza cualquiera. Se trata del famoso “Roosevelt Dime sin S”, una moneda que, por un error en su acuñación, ha despertado fascinación entre coleccionistas de la numismática.
El atractivo de la moneda de 10 centavos de dólar no se basa solo en su antigüedad o diseño, sino en una particular omisión: esta pieza no tiene la marca “S”, que indica su fabricación en la Casa de Moneda de San Francisco, un detalle inusual y altamente valioso.
¿Por qué es tan valiosa la moneda de 10 centavos de 1975?
Desde 1968, solo se han registrado seis monedas de 10 centavos estadounidenses con esta peculiaridad de “No S Proof” y la edición de 1975 destaca aún más porque solo se conocen dos ejemplares. Esta escasez extrema la convierte en un objeto de culto dentro de la numismática, donde la demanda de piezas únicas o con errores no deja de aumentar.
Los coleccionistas de objetos de numismática reconocen su excepcionalidad y están dispuestos a pagar cifras exorbitantes para tenerla en sus manos. La casa de subastas Great Collections ha sido escenario de ventas históricas de esta pieza, que ya en 2019 alcanzó la cifra de 456,000 dólares.
Lo que hace aún más enigmática esta moneda es su propio recorrido: una de las dos piezas conocidas se ha mantenido en la misma familia durante 40 años, resguardada cuidadosamente en una caja de seguridad, mientras que la otra ha cambiado de manos en el mercado de subastas, consolidándose como una de las monedas más deseadas por los coleccionistas de rarezas dentro de la numismática.
Otra muestra del valor de la moneda de 10 centavos de dólar es que la edición de 1975 ha figurado también en el primer lugar de las “100 monedas modernas más grandes de EE. UU.”, según el prestigioso libro de Jeff Garrett y Scott Schechter, lo que reafirma su valor histórico y financiero.