Las tendencias en diseño de interiores cambian cada año. Para el 2025, las novedades en color se alejan de los tradicionales neutros y se acercan a una gama de tonos cálidos, profundos y con un toque nostálgico. Según expertos en decoración, los interiores dejarán atrás los fríos azules y beiges para dar paso a colores que evocan calidez.
Los tonos vibrantes y cálidos son una forma de infundir energía y optimismo en el hogar. Esta tendencia responde al deseo de romper con la monotonía del minimalismo de los últimos años.
El 2025 marcará un retorno a una paleta cromática inspirada en los años 70, adaptada para los hogares modernos. El azul pato será sustituido por el gris paloma. Este tono se distingue por su sutileza y la capacidad de adaptarse a la luz.
En cuanto a los colores más cálidos, el terracota tradicional dejará su lugar al naranja quemado. Este tono más intenso evoca la esencia de los 70, pero con un aire moderno. Su presencia en un espacio añade vitalidad, lo que mantiene a la vez un toque natural que conecta con la tierra.
Por último, el beige clásico se transforma en marrón caramelo, una apuesta que añade profundidad y un toque dorado a los interiores. Este color es perfecto para zonas en las que se busca crear un ambiente cálido y elegante, como salones y dormitorios.
De esta manera, el 2025 estará marcado por una paleta de colores que apuesta por la calidez, lo que revitaliza los espacios con tonos que inspiran y animan al dejar atrás la frialdad de los neutros tradicionales.