Lejos de ser motivo de preocupación, cada vez más personas buscan formas de integrar las canas de manera natural y estilosa en su cabello. Las baby lights se han convertido en la técnica del momento para quienes desean suavizar la transición hacia un nuevo look.
Las baby lights son una técnica de coloración que no implica teñir todo el cabello, sino que se aplican en mechones muy finos distribuidos por toda la cabeza. Las mechas pueden decolorarse o teñirse en un tono similar al natural, pero un poco más claro.
Este método es ideal para cubrir las primeras canas sin recurrir a tintes intensos. Las baby lights, al distribuirse de manera uniforme, ayudan a camuflar el crecimiento de las canas y aportan dimensión al cabello.
El éxito de las baby lights radica en la elección del color adecuado. Hay una amplia gama de tonos, desde rubios suaves y caramelo hasta tonos aperlados, cenizos y chocolates. La clave está en optar por un tono que sea uno o dos niveles más claros que el color natural del cabello.
Aunque las baby lights son más fáciles de mantener que otras técnicas de coloración, requieren ciertos cuidados para prolongar su efecto. Es recomendable utilizar productos específicos para cabello teñido, como champús matizadores.
También se sugiere aplicar protector térmico antes de usar secadoras o planchas y proteger el cabello de la exposición prolongada al sol y al cloro, especialmente al nadar. Un tratamiento hidratante, como una mascarilla semanal, es esencial para mantener la salud y el brillo del cabello.