Lograr que las ventanas queden impecables y sin marcas es un desafío. Muchas veces, después de la limpieza, las huellas del paño se hacen visibles, dando la impresión de que los vidrios siguen sucios. Para obtener resultados realmente brillantes, un truco de limpieza con un producto poco habitual puede marcar la diferencia.
El agua oxigenada, además de dejar los vidrios sin marcas, es excelente para eliminar la suciedad de los marcos y los rieles de las ventanas. Este producto tiene la capacidad de disolver residuos y actuar contra el moho.
Primero hay que preparar la mezcla. Llenar un pulverizador con agua oxigenada y agregar unas gotas de detergente líquido. Rociar la mezcla en las áreas donde se acumula más suciedad. Esperar unos minutos para que la solución descomponga la suciedad.
Usar un cepillo viejo para llegar a las esquinas y eliminar restos persistentes. Pasar un paño de microfibra humedecido en agua caliente para quitar la solución y luego secar con un trapo seco.
Para una limpieza sin marcas, es esencial usar una bayeta de microfibra. Este tipo de paño es altamente absorbente y no deja pelusas. Además, es importante aplicar el limpiador con movimientos en forma de "S", evitando los movimientos circulares o rectos que pueden dejar marcas visibles.
La frecuencia de limpieza varía según el entorno. Las ventanas expuestas al polvo, el polen o las huellas de mascotas y niños deben limpiarse al menos cada dos meses. Este mantenimiento regular asegura que los vidrios se mantengan limpios y sin acumulaciones de residuos.