El destino de una moneda de 10 centavos de dólar de 1975 cambió para siempre cuando, tras casi medio siglo de permanecer en una bóveda, se vendió en una subasta por la asombrosa suma de 506.250 dólares generando un nuevo hito dentro de la numismática.
Esta pieza aparentemente común resultó ser extraordinaria por un detalle crucial: la ausencia de la marca “S” de San Francisco, lo que convirtió a esta moneda de 10 centavos de dólar en una rareza codiciada en el ámbito de los coleccionistas de objetos de numismática.
¿Por qué es valiosa la moneda de 10 centavos de dólar de 1975?
La historia comenzó en 1975, cuando fue acuñada como parte de una producción masiva en San Francisco. Sin embargo, un error en el proceso resultó en que su marca de ceca no se grabara, dejando la pecunia sin el distintivo que señalaba su origen.
Este detalle transformó la moneda de 10 centavos de dólar en una de solo dos ejemplares conocidos con esta peculiaridad, elevándola a la categoría de "joya de colección". Durante décadas, su dueño original la mantuvo resguardada, intuyendo que su rareza podría incrementar su valor con el tiempo.
La subasta, realizada en octubre de 2024, despertó un interés global entre los coleccionistas. Con más de 200 ofertas en juego, el precio final superó ampliamente los 18.200 dólares que se habían pagado por ella en 1978. Ian Russell, subastador de GreatCollections, señaló que el propietario original siempre creyó en el potencial de esta pieza única. Su paciencia y previsión le permitieron a su familia heredar no solo una moneda, sino un verdadero tesoro.
¿Qué hacer si tengo una moneda con un error de acuñación?
Este caso destaca cómo los errores de acuñación añaden valor en el mundo de la numismática. La escasez de estas monedas con características únicas alimenta el entusiasmo entre los coleccionistas, quienes ven en cada pieza rara una oportunidad para adquirir una parte única de la historia.
Para los herederos del coleccionista, la venta fue emotiva; la moneda de 10 centavos de dólar de 1975 representaba un lazo sentimental con su hermano fallecido. Sin embargo, comprendieron que su alto valor abriría la puerta para que otro entusiasta valorara y cuidara este inusual tesoro.