Mantener tus plantas adecuadamente hidratadas puede ser todo un desafío, pero con la información correcta, puedes asegurarte de que reciban justo la cantidad de agua que necesitan para prosperar. Esta guía práctica, elaborada con consejos de jardineros experimentados, te ayudará a no equivocarte con la cantidad de agua que le pones a tus plantas, lo que garantiza su salud y vitalidad.
Cada tipo de planta tiene diferentes necesidades de agua. Factores como el tipo de especie, el tamaño, el tipo de suelo y el clima juegan un papel crucial en determinar cuánta agua necesita cada planta. Es fundamental conocer las características específicas de tus plantas para proporcionarles el cuidado adecuado.
- Reglas básicas
Para no equivocarte con la cantidad de agua que le pones a tus plantas, sigue estas reglas básicas:
Revisa el suelo antes de regar: siempre verifica el estado del suelo antes de añadir agua. Introduce un dedo en la tierra a una profundidad de unos 2-3 cm. Si el suelo está seco, es hora de regar; si está húmedo, espera uno o dos días más antes de volver a regar.
Riego profundo y espaciado: en lugar de regar ligeramente todos los días, opta por riegos profundos y espaciados. Esto promueve el crecimiento de raíces más profundas y saludables. Un riego profundo cada pocos días es mejor que un riego superficial diario.
Evita el exceso de agua: el exceso de agua puede ser tan perjudicial como la falta de riego. Asegúrate de que las macetas tengan agujeros de drenaje y nunca dejes que las plantas se queden encharcadas. Un drenaje adecuado es clave para evitar la pudrición de las raíces.
Riega por la mañana: el mejor momento para regar las plantas es temprano en la mañana. Esto permite que el agua se absorba antes de que el calor del día la evapore y reduce el riesgo de enfermedades fúngicas.