Taylor Swift está siempre dispuesta a marcar tendencia. Ahora, ha captado la atención con un detalle: su pedicura. Mientras las miradas suelen dirigirse a sus impecables atuendos, esta vez fueron las uñas de los pies las que robaron protagonismo en las calles de Nueva York.
En un invierno dominado por tonos oscuros y sobrios como los rojos intensos, marrones profundos y grises, Taylor Swift se arriesgó con un azul celeste que sorprendió por su frescura.
El azul celeste, comúnmente asociado con la primavera, evoca el frío del hielo y el mundo de fantasía de películas como “Frozen”. La cantante transformó este tono en un elemento clave de su estilo, demostrándonos que a veces los detalles más pequeños pueden hacer una gran diferencia.
El contraste entre la pedicura y las sandalias de tacón en terciopelo burdeos fue un acierto, añadiendo un aire sofisticado y relajado. De este moro, Taylor Swift recuerda que romper las reglas establecidas puede resultar en un look que destaque sin esfuerzo.
Adoptar una pedicura fuera de lo común es una forma de expresar personalidad sin necesidad de grandes cambios. Es una forma de adaptar las tendencias a nuestro propio estilo.
El look de Taylor Swift, firmado por la icónica diseñadora británica Vivienne Westwood, tampoco pasó desapercibido. El vestido combinaba drapeados en el pecho, tirantes con forma de cuello barco y una falda de volumen.