Tener las plantas conocidas como ciclamen puede ser, de lejos, una de las mejores decisiones para darle más vida a tu hogar, ya que no solo son conocidas por sus icónicas y coloridas flores, sino además por su alta resistencia a las bajas temperaturas.
Si buscas especies radiantes para este otoño e invierno, entonces te presentamos una especie que justamente puede dejarte sin palabras. A pesar de la falta de luz diurna, la ciclamen puede florecer sin mayores problemas, pero debes cuidarlas correctamente.
Así es el cuidado de estas plantas
- El riego
Para empezar y una vez que las tengas en tu hogar, debes considerar que detestan el riego excesivo. De hecho, se recomienda que lo hagas una vez por semana y a través de la inmersión con una maceta agujereada, la cual debes sumergir en un recipiente con agua durante 10 minutos.
Debes dejar que el líquido drene en un plato y después retira el exceso. No mojes sus hojas ni sus pétalos, un dato no menor.
- La temperatura
Al ser una especie resistente a las bajas temperaturas, se recomienda que las mantengas en ambientes frescos y que no superen los 24 °C o 25 °C. En líneas generales, pueden crecer sin problemas a heladas de 10 °C a 15 °C.
- El nivel de humedad
Debes tener en cuenta este punto, ya que sí o sí tienes que asegurar un alto nivel de humedad sin mojar las hojas y flores, ya que son muy delicadas. El truco es usar un plato con guijarros o piedras mojadas.
- Ojo a las corrientes
Olvídate de exponer estas plantas al aire libre, pues en plena corriente de aire te quedarás sin flores. Es mejor que las mantengas en un espacio aislado, lo que te permitirá cuidar sus hojas para que no choquen entre sí.
- No te olvides del abono
Por último, es imperativo que le agregues cada dos semanas un abono líquido rico en potasio, esto promueve un crecimiento óptimo. En caso de que notes que las hojas tienen un tono excesivamente amarillento, debes corregirlas con un fertilizante rico en hierro.
De esta manera, garantizarás que la ciclamen pueda crecer con todo su esplendor en la temporada de invierno, justamente cuando la mayoría de las plantas entran en un proceso de dormancia para ahorrar energías.