Cocinar es una actividad que muchos disfrutan, pero lidiar con las manchas de grasa que a menudo resultan de esta tarea puede ser todo un desafío. Afortunadamente, las abuelas han pasado de generación en generación algunos trucos de limpieza eficaces para eliminar estas manchas rebeldes de la ropa. Uno de los trucos de limpieza o métodos más confiables implica el uso de bicarbonato de sodio y jabón para platos. Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
El bicarbonato de sodio y el jabón para platos son dos productos de limpieza comunes que, combinados, pueden hacer maravillas en la eliminación de manchas de grasa. El bicarbonato de sodio actúa como un abrasivo suave que ayuda a desprender la grasa de las fibras de la tela, mientras que el jabón para platos, diseñado para cortar la grasa, emulsiona y disuelve los restos oleosos.
- Paso a paso:
-Utiliza una toalla de papel o un paño limpio para absorber el exceso de grasa de la superficie de la mancha. Evita frotar, ya que esto puede hacer que la mancha se extienda.
-Cubre completamente la mancha con una capa generosa de bicarbonato de sodio. Deja que el bicarbonato actúe durante unos 10 a 15 minutos. Este tiempo permite que absorba la grasa de la tela.
-Echa unas gotas de jabón para platos directamente sobre la mancha cubierta de bicarbonato. Usa los dedos o un cepillo de dientes suave para frotar suavemente el jabón en la tela, creando una pasta con el bicarbonato.
-Este tiempo permite que el jabón para platos emulsione la grasa y el bicarbonato actúe como un abrasivo para aflojarla de las fibras de la tela.
-Enjuaga la prenda con agua tibia para eliminar la mezcla y la grasa disuelta. Asegúrate de enjuagar completamente para evitar que queden residuos de jabón.
-Lava la prenda en la lavadora utilizando el ciclo adecuado para el tipo de tela y la temperatura recomendada. Usa tu detergente habitual.
-Antes de secar la prenda en la secadora, asegúrate de que la mancha haya desaparecido por completo. Si aún queda rastro de la mancha, repite el tratamiento antes de secar, ya que el calor puede fijar la mancha.