Si eres una persona que habitualmente usa color para lavar la ropa blanca, deberías pensarlo al menos dos veces de ahora en adelante, ya que en realidad más allá del poder de blanqueamiento que ofrece este producto, estarás exponiendo a un daño irreparable a tus prendas de vestir y, por ello, debes inclinarte por otros trucos de limpieza más seguros.
Es cierto que el cloro es un producto de limpieza muy versátil y, de hecho, es tan confiable que suele usarse para desinfectar el agua e incluso para lavar algunas frutas y verduras. Sin embargo, en el mundo textil deberías tener un poco más de cuidado.
Importancia de estos trucos de limpieza alternativos
El error más común es verter directamente el cloro encima de la ropa, pues muchos esperan que de esa forma el efecto blanqueador sea más potente. Ahora bien, de hacerlo de esta forma, vas a generar que la tela se desgaste con rapidez gracias al compuesto químico corrosivo presente en el cloro.
Además, puede causar daños como endurecimiento o la tela puede perder la elasticidad, por lo que es de importancia dejar de verter directamente este producto. Adicionalmente, la ropa blanca tiende a volverse amarillenta, así creará el efecto contrario que deseabas.
La solución
El secreto es la medida correcta de cloro que debes usar. Por ejemplo, se recomienda media taza de cloro por cada 30 litros de agua en caso de emplear la lavadora. Si vas a lavar a mano, la medida debe ser por cada 9 litros de agua.
Otra clave para la ropa blanca es simplemente dejar de utilizar este producto y buscar otros trucos de limpieza más seguros, como el uso de blanqueadores sin cloro. Estos jabones evitarán que las prendas tomen un color amarillento con el paso del tiempo.
Si nada de esto te convence, puede usar el siempre efectivo blanqueador de oxígeno, que es más cuidadoso con la ropa y hasta puede realzar los colores. Eso sí, se recomienda que para estos trucos de limpieza leas la etiqueta con instrucciones, así no te saltes ningún paso.