Con el pasar de los años, la numismática se convirtió en uno de los campos de estudio que sumó a varios aficionados por las antigüedades, sellos, títulos de valor y, por supuesto, monedas y billetes.
En este caso, uno de los tesoros que muchos coleccionistas buscan para sumar a su vitrina es una pieza de material resistente que fue impresa en 1890.
Con características que le dan un valor especial para la numismática, es nada más y nada menos que la moneda de Tlaxcala realizada a modo de prueba la que se consolidó con un precio exorbitante.
A pesar de que originalmente tiene un valor de dos centavos, lo cierto es que su extinción en el mercado económico y su importancia histórica le aportan un valor por el que coleccionistas pagan hasta alrededor de 7 mil pesos.
Descripta como una moneda que fue realizada en el estado de Tlaxcala, pertenece a un lote de muestras que se hacía con el fin de controlar la calidad de fabricación y para archivo.
Acuñadas en Alemania por la compañía privada de Nuremberg, la empresa la trajo a l país para que alguna casa de moneda las adquiriera y fueron puestas en circulación en materiales como bronce y níquel para ocho estados mexicanos diferentes
Sin embargo, la pieza cambiaria no tuvo éxito como consecuencia del decreto difundido por el Diario Oficial de la Federación que prohibió su circulación, ya que fue creada por un particular.
Desde aquel momento, tomó un valor especial para la numismática al considerarse una "rareza" por su escasa circulación. Ofrecida en sitios web con precios que dependen de su material, son las monedas de bronce las que cuestan alrededor de 7 y 8 mil pesos, mientras que las de níquel valen hasta 12 mil pesos.