Con la llegada del otoño, las plantas comienzan su fase de reposo, un momento ideal para trasplantar y plantar nuevos ejemplares. Sin embargo, esta estación trae consigo ciertos desafíos que pueden poner en riesgo la salud de tus arbustos.
Aunque el calor ya ha pasado y aún no llegan los días de frío extremo, el cambio de estación expone a las plantas a enfermedades que no enfrentaron durante el verano. El principal problema durante el otoño son los cambios drásticos de temperatura.
Otro factor a tener en cuenta es la reducción de la luz solar, unida al aumento de la humedad, que puede favorecer la aparición de plagas y hongos. Si no se tratan a tiempo, dañarán seriamente tus plantas en pocos días.
A pesar de las precauciones, es posible que tus plantas sean atacadas por hongos o parásitos. Examina bien la planta. Si hay muchas hojas afectadas, es mejor recortarlas para evitar que el problema se propague.
Una solución natural y económica para combatir plagas es un insecticida casero a base de jabón potásico, vinagre de manzana y agua. Esta mezcla es eficaz para prevenir y tratar plagas, además, no daña las plantas.
Mezcla un litro de agua con 25 ml de jabón potásico o neutro y 50 ml de vinagre de manzana. Aplica la solución con un pulverizador cubriendo bien las hojas por ambos lados. Este tratamiento puede repetirse cada dos semanas. Se recomienda ajustar la cantidad de vinagre según la reacción de la planta.