Con la llegada del otoño y las bajas de temperaturas, muchos creen que es momento de despedirse de las plantas con flores hasta la primavera. Sin embargo, existen varias especies que florecen durante los meses más fríos.
El rosal mini es una opción ideal para mantener un toque de color en casa durante el otoño. Esta versión de rosal está diseñada para crecer en macetas, lo que permite tenerlo en interiores. Si se cuida adecuadamente, el rosal mini puede ofrecer flores durante todo el año.
El crisantemo es una planta que llena de alegría cualquier espacio con sus variados colores que van del blanco al amarillo, pasando por el rojo, rosa y violeta. Es una planta resistente y fácil de cuidar, solo necesita estar en un lugar luminoso, bien ventilado y protegido de corrientes de aire.
Conocida también como Violeta de Persia, el cyclamen es una planta otoñal clásica. Esta especie de flor bulbosa se caracteriza por sus hojas verdes y su larga temporada de floración, que comienza a finales del verano y puede durar hasta el próximo verano.
La violeta africana es una planta de interior muy popular en otoño por su resistencia y belleza. Sus pequeñas flores ofrecen color durante todo el año, y su cuidado es sencillo. Colócala en un lugar con abundante luz, pero sin corrientes de aire, a una temperatura entre 17 y 21 grados.
El pensamiento se destaca por su capacidad de adaptación a diferentes climas, aunque prefiere evitar temperaturas extremas. Para que florezca correctamente, es importante que reciba al menos seis horas de luz al día. En zonas donde el otoño es cálido o el sol es muy fuerte, es recomendable ubicarla en un área de semisombra.