Las recámaras se llenan de calidez y estilo este otoño gracias a tendencias de decoración que invitan a crear espacios acogedores y llenos de personalidad. Los tonos propios de la temporada marcan una vuelta a la naturaleza.
Los cabeceros de estilo pagoda están en auge y se destacan por su diseño en punta. Estos cabeceros buscan sumar un aire clásico a la habitación con tapizados que pueden ir desde tonos lisos con ribetes en contraste hasta estampados florales.
Los cojines con estampados de grecas y flores en tonos burdeos y mostaza añaden un toque cálido y tradicional a la habitación. Estas piezas logran un equilibrio entre lo elegante y lo confortable.
La temporada invita a adoptar pequeños cambios que transforman el ambiente sin grandes inversiones. Añadir una manta de pelo a los pies de la cama o sobre un banco de madera es un recurso que genera una sensación de abrigo y confort.
El regreso de las colchas de estilo antiguo es una de las novedades de este otoño. Estas piezas de jacquard y bordados con volantes otorgan a la habitación una atmósfera cálida y atemporal.
El papel pintado ha sido siempre un recurso para sumar calidez en la habitación. Ahora, la tendencia apunta a cubrir todas las paredes, en lugar de una sola, para crear una atmósfera cohesionada y envolvente.
Las alfombras de pelo en tonos tierra son una opción ideal en otoño. Además de decorar, protegen del frío y aportan un plus de confort. Los interioristas recomiendan alfombras grandes que abarcan desde las mesillas de noche hasta unos 100 cm después de los pies de la cama.
Finalmente, las cortinas con faldones en contraste aportan un detalle clásico y elegante. Además de su función práctica, armonizan el espacio y destacan en el ambiente otoñal con tonos cálidos que complementan el resto de la decoración.