Un centavo de dólar que fue despreciado a principios del siglo pasado puede esconder un valor inesperado, sobre todo si se trata de la famosa moneda de 1 centavo de 1909, un verdadero tesoro para la numismática de los Estados Unidos por el que pagaron en la última subasta una cifra cercana a los 4 mil dólares.
Este ejemplar, acuñado en la Casa de Moneda de San Francisco y diseñado por Víctor David Brenner, se ha convertido en una joya para los aficionados por la numismática por la combinación de su rareza y su excelente estado de conservación. Aunque su valor nominal sea mínimo, algunas piezas en condiciones excepcionales han alcanzado hasta casi 80 mil pesos mexicanos.
¿Cómo es la valiosa moneda de 1 centavo de dólar que puede pagarte las vacaciones?
Esta moneda de 1 centavo destaca no solo por su antigüedad, sino también por su singular color rojizo, un tono inusual en piezas de cobre que, con el tiempo, suelen adquirir una pátina oscura.
La composición de esta pecunia es de 95 % cobre y 5 % de estaño y zinc, lo que le otorga un peso de 3.11 gramos. Con solo 484.000 unidades acuñadas, cualquier moneda de 1 centavo de 1909 que haya resistido el paso de los años con este brillo único es altamente valorado en el mercado de piezas antiguas dentro de la numismática.
¿Cuál es el valor real de la moneda de 1 centavo de 1909?
El 14 de agosto, una de estas piezas fue subastada en Heritage Auctions, sorprendiendo a los coleccionistas y expertos en numismática al alcanzar un valor de miles de dólares. La razón de su apreciación radica en su excelente estado, que conserva ese brillo rojizo tan buscado, así como en la escasez de ejemplares en condiciones similares.
Según el Servicio Profesional de Clasificación de Monedas (PCGS), el tono original de este centavo es extremadamente raro, ya que el cobre tiende a perder su brillo debido a la oxidación. En el mundo de la numismática, detalles como la conservación, el color y la exclusividad pueden elevar el valor de una pieza a niveles inesperados.