Una de las plantas que no deben faltar en tu jardín, sin duda, son las orquídeas, una especie que puede sumar colores vibrantes con sus llamativas flores. En esta ocasión, te revelaremos detalles que no puedes pasar por alto para que tus orquídeas crezcan fuertes y llenas de vida.
Cabe mencionar que tener una planta de este tipo en tu hogar, además de embellecer visualmente cualquier espacio, aporta múltiples beneficios para la salud. Según lo reveló el Centro de Jardinería Gorbeia, las orquídeas “purifican el aire durante el día mediante la fotosíntesis, absorbiendo el dióxido de carbono y liberando el oxígeno”.
Una de los puntos importantes es que estas plantas deben estar en un sustrato compuesto por corteza de pino, carbón vegetal, turba y otros elementos que facilitan un buen drenaje. Es esencial cambiar este sustrato de forma periódica para evitar la acumulación de sales minerales, hongos u otros agentes que pueden perjudicar las raíces.
¿Cada cuánto se debe cambiar el sustrato de una orquídea?
El tiempo recomendado para cambiar el sustrato de una orquídea es aproximadamente cada dos años. No obstante, si la planta presenta signos de enfermedad o deterioro, como raíces podridas o sustrato que retiene demasiada humedad, es aconsejable adelantar este proceso.
Pasos para cambiar el sustrato correctamente
- Retira la planta de la maceta: con mucho cuidado, saca la orquídea de la maceta, revisando sus raíces.
- Limpia las raíces: lava las raíces con agua para eliminar cualquier resto del sustrato anterior.
- Elimina raíces muertas: usa tijeras limpias para cortar las raíces muertas o dañadas.
- Prepara el nuevo sustrato: coloca una capa del nuevo sustrato en el fondo de la maceta.
- Reubica la planta: coloca la orquídea en el centro de la maceta y añade más sustrato alrededor de las raíces, asegurándote de que no queden espacios vacíos.