Hace pocas semanas, un evento extraordinario en la numismática mexicana captó la atención de coleccionistas y expertos: una moneda de 2 pesos, conocida como la "Suriana", rompió récords al ser subastada por la asombrosa suma de 2,400,000 pesos, equivalentes a unos 125,500 dólares. Esta pieza, acuñada en 1915 durante la Revolución Mexicana, ha pasado a la historia como una de las más valiosas vendidas en una subasta en México.
La historia de la moneda "Suriana" de 1915
La "Suriana" se distingue entre las piezas revolucionarias por su singular diseño y su escasez. Emitida bajo la dirección del general Jesús H. Salgado en Guerrero, esta moneda de 2 pesos presenta un sol brillante sobre montañas y la palabra "Suriana" en lugar del tradicional "Campo Morado". Esta variación en el diseño, junto con la limitada cantidad de piezas acuñadas, la ha convertido en un objeto altamente deseado en el mundo de la numismática.
Otro detalle fascinante de esta pecunia es la inscripción "Oro 0.595", que indica el contenido de oro en gramos, una característica que aumenta su atractivo para los expertos. La moneda fue acuñada en un contexto de guerra, utilizando metales de las minas de Campo Morado, lo que le otorga un valor histórico adicional.
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Valor de la moneda "Suriana" en el mercado
El valor estimado de la "Suriana" en catálogos, como el North American Coins & Prices, rondaba los 35,000 dólares, pero en subastas anteriores nunca había alcanzado un precio tan elevado. Sin embargo, el pasado 13 de septiembre, esta moneda superó todas las expectativas, dejando atrás las cifras alcanzadas en subastas previas, donde había sido vendida por 17,000 dólares en casas como Ponterio & Associates y Spink America Gerber.
Este récord no solo reafirma la relevancia de las monedas de la Revolución Mexicana en el mundo de la numismática, sino que también coloca a la "Suriana" como una de las piezas más codiciadas por los coleccionistas.
Durante la misma subasta, también se vendió una moneda de 60 pesos de oro acuñada en Oaxaca en 1916, que alcanzó los 1,650,000 pesos, demostrando el creciente interés por las monedas históricas mexicanas.