En una buena rutina de belleza y cuidado de la piel, el colágeno no debe faltar, y no hablamos específicamente de una skincare que lo contenga, sino más bien en una dieta que aporte esta proteína tan vital. Para ello, debemos recurrir a un fruto natural famoso por sus propiedades antiage: las moras.
Esta fruta multifacética es una rica fuente de fibra, aportando alrededor del 6,6 % por cada 100 gramos, según la Federación Española de Nutrición, pero en lo que respecta al cuidado de la piel y la belleza de esta también podemos ver grandes particularidades.
El colágeno, esa proteína que fortalece huesos, músculos y mantiene la belleza de la piel, se encuentra en las moras en grandes cantidades. Además, recientemente se ha destacado su capacidad para combatir problemas intestinales, lo que la convierte en una adición valiosa a cualquier dieta.
Las moras son tan flexibles en sus formas de consumo que pueden ser disfrutadas como aperitivo, un toque en ensaladas o para endulzar tus mañanas. Puedes ponerlas en tus panqueques con miel o sumarlas a la mezcla con tu yogur favorito o la incorporación a un tazón de avena. Las opciones son tantas como sus propiedades.
Las moras y su importante rol en el cuidado del cutis
Los beneficios vitamínicos y culinarios no son lo único a destacar de las moras. También son bajas en calorías y grasas. Con un contenido impresionante de vitamina C, ácido fólico y vitamina E, una porción puede cubrir hasta el 30 % de la ingesta diaria recomendada, según informes detallados.
Las moras albergan una abundancia de pigmentos naturales con poder antioxidante, neutralizando radicales libres y reduciendo el riesgo de enfermedades degenerativas.
Sumado a esto, también potencian el sistema inmunológico, y sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas las convierten en aliadas esenciales para la salud.