¿Te gustan los scones? Esos pancitos dulces y esponjosos que se pueden rellenar con mermelada, queso crema o lo que se te ocurra. Son ideales para acompañar el desayuno, la merienda o algo para picar durante el fin de semana. Y lo mejor de todo de esta receta es que son muy fáciles de hacer en casa, con ingredientes que seguro tenés en tu alacena.
Hoy te vamos a enseñar la receta para preparar unos scones de limón y frutos rojos, una combinación fresca y deliciosa que le dará un toque especial a tu mesa. Esta receta es perfecta para disfrutar en familia o con amigos y sorprenderlos con tu habilidad en la cocina.
Para hacer esta receta, vas a necesitar los siguientes ingredientes:
- 250 gramos de harina leudante o 0000.
- 2 cucharaditas de polvo de hornear.
- 100 gramos de manteca fría.
- 1 huevo.
- Frutos rojos, la cantidad que quieras.
- Ralladura de un limón.
- 50 cc de leche.
- Sal.
- Esencia de vainilla.
El procedimiento es muy simple. Primero, en un bowl, mezcla la harina con la sal y el polvo de hornear. Luego, agrega la manteca fría en trozos (lo ideal es que la tengas previamente en el freezer) y desarmala con un tenedor hasta formar un arenado. Después, incorpora el huevo, la ralladura de limón, la esencia de vainilla y la leche, mezcla todo hasta formar una masa homogénea. Por último, añade los frutos rojos y amasá con cuidado para integrarlos.
Ahora, pasa la masa a una superficie enharinada y estirala con la mano hasta que tenga un grosor de unos 2 centímetros. Con un cortapastas o un vaso, corta los scones del tamaño que quieras y colócalos en una placa para horno engrasada o con papel manteca.
Antes de llevarlos al horno, te recomendamos que los metas al freezer por media hora, para que la manteca se endurezca y los scones no pierdan su forma al cocinarse. No te preocupes, el sabor no va a cambiar, solo la presentación.
Precalienta el horno a 180 grados y hornea los scones por unos 15 o 20 minutos, hasta que estén dorados y crecidos. Déjalos enfriar un poco y ya están listos para servir. Puedes acompañarlos con lo que más te guste: mantequilla, mermelada, miel, queso crema, dulce de leche, etc.
Estos scones se pueden guardar en el freezer, ya sean crudos o cocidos, para tenerlos siempre a mano. Solo tienes que envolverlos bien en papel film o aluminio y congelarlos. Cuando los quieras usar, solo tienes que sacarlos y calentarlos en el horno o en el microondas.
Como ves, esta receta es muy fácil y rápida de hacer, y te garantiza unos scones tiernos, sabrosos y aromáticos. Anímate a probarla y contanos cómo te quedaron. ¡Buen provecho!